Joseph Smith y sus mormones

18 octubre 08

(Está entrada está dedicada a tí, tú sabes quien eres 🙂

Yo estoy pensando en convertirme. El mormonismo lo tiene todo, todo lo de la biblia (pasión, lujuria, crimen…) junto a un libro enterito más repleto de grandes epopeyas y milagros por todas partes. Además ¿cuantas religiones te prometen un mundo para ti solo en el que puedas ser Dios??? anda que no mola.

He seguido el consejo de la web oficiles de los mormones y he meditado pidiéndole a Dios que me diga si los mormones están en la Verdad o no. Pero debe de haber mucha gente haciéndose la misma pregunta y las líneas deben estar colapsadas, porque no me salió nada. Apesar de ello, yo estoy ya casi totalmente convencido, ante el peso y profundidad de sus argumentos. Repasemoslos:

Vamos a hablar de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días. Más conocida como los Mormones. Más conocida como los Yankees plastas esos que van trajeados (aunque esta última definición es claramente incorrecta. La mayoría son de Utah, así que no podemos decir que sean yankees plastas. Simplemente son gringos plastas).

Todo esto lo empezó un chavalillo que se llamaba Joseph Smith. El tal Joseph Smith, fustrado por tener el segundo nombre más común del mundo anglosajón, se preguntó por qué había tantos cristianismos, cual era el verdadero, si quizás serían todos falsos (mira, en esto estamos de acuerdo), y, sobretodo ¿por qué narices yo no puedo ser un profeta? ¿cómo es eso de que desde que vino Jesucrito ya no hay más? ¡habrase visto el melenudo presuntuoso ese!

Así que, según las propias palabras de Joseph Smith, durante una gran agitación religiosa que vivió Nueva york (en 1824), rezó tanto, tanto y tanto que Dios se apiadó de él y decidió aparecérsele… en 1820. Lo cual sin duda ya fue el primer milagro, pero no el último!

Pero sólo habló una vez con Dios, que las conferencias con el cielo son muy caras, y además el Todopoderoso está muy ocupado observando su gloria eterna y descojonándose de los mortales. Así que las siguientes entrevistas del jovencito Joseph Smith (pues sólo tenía 14 años cuando le habló Dios) las realizó con su intermediario, el angel Moroni. Este ángel fue el que propiciaría un nuevo e impactante milagro, le comunicó donde se encontraban unas planchas de oro con una nueva revelación recopilada en 421, la de los profetas de los indios (cuando los indios eran buenos).

Joseph Smith encontró las planchas y, gracias a unas piedras mágicas pudo traducir al inglés el que se conocería como el Libro de Mormón del original en egipcio reformado.

Tal vez, mi querido lector se preguntará que habrá sido de estas planchas que tan claramente, tras ser convenientemente estudiadas, servirían para demostrar no sólo la existencia de Dios sino que el mormonismo es la única religión verdadera ¿cómo si no iba a aparecer un texto en egipcio en la América del sV? Es normal que te lo preguntes, pero yo te digo ¡no te lo preguntes! que no. Punto. No y ya está. Se acabó. Ahhhh ¡magia! digooo ¡milagro!!!

El caso es que aparte de Joseph Smith y once de sus seguidores (de los cuales tres después dirían que todo es mentira) nadie ha podido ver esas planchas de oro antes de que el cabrón de Moroni se las llevara pa’l cielo. Que, oyes, vamos a dejar una cosa clara. Tienes que creer porque te lo dice tu corazón… si se tratara de demostrar que existe Dios, pues ya no tendría gracia ¿qué seríamos entonces? ¿científicos?

Las planchas de oro traducidas por Joseph Smith nos muestran nuevos milagros. Por ejemplo, no sólo aparecen citas del nuevo testamento tal y como se ordenó en fechas posteriores al 421, sino que las palabras coinciden, palabra por palabra, con la biblia inglesa que se solía utilizar en los tiempos de Smith ¡incluyendo las palabras en cursiva añadidas para facilitar su comprensión! ¿hay mayor demostración del poder divino?

¡Sí! ¡sí que la hay! la propia historia que nos cuenta el libro. Allí vemos como los judíos llegaron a Sudamérica en dos oleadas, resolviendo el enigma que había en tiempos de Smith sobre como se pobló el continente (y desmintiendo a todos esos cientificuchos que afirman que América fue poblada primero en el norte y desde Asia… sólo porque lo digan unas cuantas piedras ¿a caso van a saber unas piedras más que Dios? hombre ya)

Los primeros judíos llegaron a América poco después de la destrucción de la Torre de Babel, no sé como alcanzaron el continente, yo me inclino por la hipótesis de que un antepasado de Moisés fuera abriendo las aguas por el camino. Alimentándose de los peces que tuvieran la desdicha de quedarse en seco por el camino y bebiendo… hemmmm…. pues lo mismo que bebieran los judíos de Moisés 40 años por el desierto, yo qué sé.

La segunda oleada alcanzaría Sudamérica en barco,el 590 a d C, en un barco que debía ser muy grande para llevar tanta gente, y que fue arrastrado por fuertes vientos durante 344 días. Algún descreido dirá ¿344 días? ¡tan fuertes no serían los vientos! pero, vamos a ver ¿no decíamos que el barco debía ser muy grande? pues la vela sería pequeña, hombre, que hay que decírtelo todo.

Seis siglos después, hubo otra emigración, pero esta vez de un solo judío.  Jesucristo, después de resucitar, se dijo «¡voy a conocer la tierra de las oportunidades!» porque, seamos serios, ¿alguien piensa que si al hijo de Dios le diera por hacerse carne iba a desaprovechar la oportunidad de conocer los EEUU, aunque todavía no existan? Así que el bueno de Jesucristo se fue para América a decirle a los antiguos judíos, ahora indios, que tenían que hacerse cristianos y tal.

Los indios cristianos prosperaron y se efectuaron grandes milagros, siendo el más impactante de ellos su discreción. Hay que ser muy discretos para desarrollar una cultura y fundar 34 ciudades sin que haya quedado ni el más mínimo resto arqueológico de ellos. Desgraciadamente, llegó un momento en que se dividieron entre buenos y malos. Los malos (que, casualmente, resultaron tener la piel oscura) ganaron y aniquilaron a los buenos (que, cosas de la vida, eran blancos, rubios y de ojos azules).

El último de los buenos, resultó ser el tal Mormón que, por no escribir en hebreo que era muy aburrido, dijo «voy a escribirlo en egipcio reformado» que, ¡milagro! no conoceríamos de su existencia si no fuera gracias a los mormones. Es un idioma del que no existe ninguna otra referencia en ninguna parte.

El jovencito Smith se encontró con la intolerancia y la incomprensión ya desde su infancia. Al principio eran cosas como «mamá, ¡qué he visto a Dios!» [PAF] «Calla y acabate la sopa!». Pero con el tiempo, los demás cristianos decidieron demostrarle a la pequeña comunidad mormona su amor a base de embrearle y llenarle de plumas o, al final, asesinándole en un tumulto.

Ante tanta intolerancia, los mormones abandonaron el Atlántico y se internaron en lo más profunda de América, fundando Salt Lake City. Dando paso a su nueva demostración de lo que es el amor al prójimo ante los colonos que intentaban atravesar sus tierras y que se arrepentían de no haber escogido la senda donde estaban los indios. No está confirmado si efectivamente asesinaban a los que invadían sus tierras o si estos se suicidaban solitos al verles aparecer con el traje y el libro bajo el brazo.

El Libro de Mormón mola. Y nos cuenta cosas que molan. Por ejemplo, nos dice que no sólo un cualquiera como Joseph Smith puede ser profeta, sino que incluso alguien como Tú puedes serlo. Es más, por poder ¡puedes ser hasta Dios! a que mola ¿he? Hay por ahí millones de mundos vacios, esperando a que alguien como tú les diga «hágase la luz». Esto sin duda ya hace al mormonismo superior al catolicismo.

Pero es que, además, aunque ahora no lo practiquen por esas tonterías de las leyes federales y tal, los mormones defendían la poligamia (a favor del hombre sólo). Bueno, cabe la posibilidad de que mis lectoras no le vean la parte positiva de esto último, pero los varones seguro que sí. El mismo Jesucristo tuvo tres esposas para demostrarlo. (Lo cual nos indica que el hombre lo de caminar sobre las aguas y tal, lo dominaba bien, pero lo que hay que hacer para tener descendencia no tanto).

En todo el mundo hay millones de mormones, y esta es una de las religiones que más ha crecido durante las últimas décadas. Si es que, está claro. El que no cree, es porque no quiere.


María Magdalena, disputas entre mitos

4 octubre 08
Ellos, sin embargo, estaban entristecidos y lloraban amargamente diciendo: «¿Cómo iremos hacia los gentiles y predicaremos el evangelio del reino del hijo del hombre? Si no han tenido con él ninguna consideración, ¿cómo la tendrán con nosotros?».
Entonces María se levantó, los saludó a todos y dijo a sus hermanos: «No lloréis y no os entristezcáis; no vaciléis más, pues su gracia descenderá sobre todos vosotros y os protegerá. Antes bien, alabemos su grandeza, pues nos ha preparado y nos ha hecho hombres». Dicho esto, María convirtió sus corazones al bien y comenzaron a comentar las palabras del [Salvador].

Evangelio apócrifo de María Magdalena

Para el siguiente artículo, hay que advertirlo, le damos el mismo valor documental a los evangelios canónicos y a los apócrifos. Y es que, desde un punto de vista histórico, lo tienen. Al final de este artículo se encontrará una explicación más detallada.

Sin embargo, por respeto a nuestros lectores que respeten la ortodoxia católica, hemos decidido incluir siempre la palabra «canónico» o «apócrifo» ante cada cita para que el lector pueda discriminar, si así lo desea.

El Código da Vinci le dio popularidad. El Vaticano le retiró en 1969 el calificativo de «penitente». La figura de María Magdalena es una continua fuente de controversias y discusiones. Las teorías sobre su posible vida, todavía hoy, siguen sobreponiéndose unas sobre otras, convirtiéndola en nuevos mitos y en una nueva forma de mujer legendaria. María la pecadora arrepentida. María la líder feminista. María la amante de Jesús. María la sabía portadora de conocimientos….

Desgraciadamente, con lo que sabemos sobre la figura de este personaje, podríamos seguir discutiendo durante siglos sin llegar a ninguna certeza. De hecho, hasta se podría argumentar, con seriedad, que jamás ha existido. Sin embargo, y a lo mejor, esto es lo más apasionante de María Magdalena, que cada uno podemos elegir la hipótesis que nos parezca más probable. Pero empecemos por el principio.

EL NOMBRE DE MARÍA MAGDALENA

El nombre de María Magdalena nos está diciendo dos cosas. Por una parte, y esto es generalmente aceptado por todo el mundo, que debía ser originaria de Magdala, población de la época bien conocida por otros documentos. Uno de estos documentos describe a este pueblo como un lugar de fornicación y vicio ¿tendrá este texto algo que ver en la leyenda de la María prostituta?

Por otra parte, y mucho más interesante, su nombre nos indica que no estaba casada. Ya que si lo estuviera, sería conocida por el apellido de su marido. El hecho de que no estuviera casada podría ser una pista favorable de que se tratara de una prostituta. Pero existen otros muchos posibles motivos por el que fuera soltera:

Según el Evangelio de Lucas, y a falta de uno, Jesús arrancó de María Magdalena siete demonios. En aquella época se consideraba que aquellas personas con problemas mentales estaban endemoniadas y es verosimil considerar que esto podría haber sido lo que le sucediera a María Magdalena. Téngase en cuenta que cuando hablamos de «problemas mentales» no estamos hablando, únicamente, de personas tremendamente desequilibradas. Cosas tan frecuentes como las crisis de ansiedad o los ataques de histeria podían ser suficientes para ser considerado un endemoniado. Y una soltera endemoniada lo tendría dificil para encontrar marido.

MARÍA PROSTITUTA

Ni en los cuatro evangelios canónicos ni en los apócrifos se insinua jamás que María Magdalena pudiera ser una prostituta. Tanto es así que la Iglesia de Roma ha reconocido, desde 1969, que no se puede decir que lo haya sido.

Se discute mucho sobre los motivos por los que se ha identificado a María Magdalena con la prostitución. Es posible que haya sido de una forma más o menos inocente, al relacionarse cada vez más a María Magdalena con la figura de la pecadora arrepentida y, en una mentalidad ingenua y absurdamente obsesionada con la sexualidad ¿qué pecado más genuino puede cometer una mujer que la prostitución?

También es posible que la relación no haya sido, ni mucho menos, inocente. Existe la posibilidad de que María Magdalena haya sido una figura importante para una visión determinada del cristianismo (ver más abajo) y, por lo tanto, el intento de convertirla en prostituta haya sido una forma de desligitimarla.

MARÍA PECADORA, A SECAS

Resulta que tampoco. Los católicos reconocerán la imagen de María Magdalena lavando los pies de Jesús con sus lágrimas y secándolos con sus cabellos. Habrá quien hable de que se trataba de la mujer adúltera que Jesús salvó de la lapidación.

Según los cuatro evangelios canónicos, no es así. Únicamente se cuenta de estas mujeres que se llamaban María, nombre muy común en la Judea de aquellos tiempos, y nunca se las relaciona con María Magdalena. Desde 1969, el papado ha reconocido que, probablemente, María Magdalena y estas otras Marías eran personas diferentes.

Más allá del incidente de los siete demonios, no existe ningún otro momento en ningún testamento (apócrifo o canónico) en el que María Magdalena aparezca como mujer salvada o perdonada por Jesús.

MARÍA MAGDALENA, LA AMANTE

Tres [eran las que] caminaban continuamente con el Señor: su madre María, la hermana de ésta y Magdalena, a quien se designa como su compañera. María es, en efecto, su hermana, su madre y su compañera…

Testamento apócrifo de Felipe

El Testamento apócrifo de Felipe nos deja este par de frases demoledoras. Se podría hablar mucho sobre esa hermana que primero parece tía y luego hermana de Jesús. Pero a nosotros, desde luego, lo que nos interesa es la palabra «compañera». Sobre todo porque, en otro fragmento del Testamento de Felipe, vemos como dice claramente que Jesús la amaba … (y no sabemos lo que viene después porque el texto está corrompido). En la página siguiente, los discípulos le preguntan a Jesús por qué amaba a María Magdalena más que a ellos. En otro fragmento leemos como nos dice que Jesús la besó en (y después viene otro agujero en el que, muchos expertos están seguros, podría estar la palabra «boca»)

Los fragmentos que poseemos del Testamento de Felipe no demuestran por sí solos que Jesús y María Magdalena fueran amantes. Siempre cabe la posibilidad de que tuvieran una relación muy estrecha pero no sexual.

También, claro está, se podría alegar que el Testamento de Felipe es, simplemente, una invención. Desgraciadamente, la acusación de falsedad se podría utilizar contra cualquiera de los documentos de los que estamos hablando (ver más abajo).

Sin embargo, tenemos otros indicios en la tradición católica oficial. A mí me parece evidente el posible paralelismo entre las tres marías de Felipe y las «tras Marías» de la tradición católica (Virgen María, María Ana madre de la Virgen y María Magdalena). ¿Casualidad? ¿Reminiscencias del texto apócrifo? no lo sé.

Pero más importante es lo que nos cuentan sobre María Magdalena en los cuatro evangelios canónicos. En ellos María aparece a los pies de la Cruz mientras Jesús agoniza y es una de las mujeres que entra en el sepulcro a ungir el cadaver (algo que sólo hacían las mujeres más cercanas al difunto). De hecho, aparece constantemente junto a María, la madre de Jesús.

No creo que podamos decir a ciencia cierta si Jesús y María Magdalena fueron amantes, pero sí creo que se puede dar por demostrado que, como mínimo, su amistad era muy estrecha.

MARÍA MAGDALENA LA FEMINISTA

Pedro les dijo: «¡Que se aleje María de nosotros!, pues las mujeres no son dignas de la vida». Dijo Jesús: «Mira, yo me encargaré de hacerla macho, de manera que también ella se convierta en un espíritu viviente, idéntico a vosotros los hombres: pues toda mujer que se haga varón, entrará en el reino del cielo».

Testamento apócrifo de Tomás

Una hipótesis muy atractiva es la de considerar una especie de pugna entre el poder femenino y el masculino, en el que al final el masculino quedaría como vencedor. Las peleas ente Pedro y María Magdalena aparecen no sólo en el Testamento de Tomás, sino, sobretodo, en el Evangelio de María Magdalena donde vemos una clara disputa sobre cual de los dos debe dirigir la comunidad de cristianos.

Tanto en los testamentos apócrifos como en los canónicos vemos a María Magdalena como la más fiel de los discípulos de Jesús. No sólo está presente en su muerte mientras los demás se esconden asustados, sino que es aquella a la que elige Jesucristo para aparecérsele por primera vez. Ella, junto a María la madre de Jesús, encontrará el sepulcro vacio y ella, según el evangelio canónico de San Juan, será la primera con la que hablará Jesús tras su muerte.

Se ha dicho que el mensaje original del cristianismo era un mensaje igualitario, lo que en su contexto habría que considerar como feminista, en el que se quiso darle a María Magdalena la misma importancia que el propio Jesucristo. El equilibrio entre los principios femeninos y masculinos.

La destrucción de la imagen de María Magdalena como líder, y su identificación con la prostitución serían herramientas a manos del bando que pretendía esclavizar a la mujer frente al varón, tal y como en efecto acabó sucediendo. Es curioso encontrarnos con que los escritos más furibundamente machistas de toda el Nuevo Testamento sean los atribuidos a San Pablo, un personaje que vivió más cerca del definitivo sII y, seguramente, en una época en la que el enfrentamiento ya empezaba a dibujarse.

Esta batalla final entre el elemento femenino y el masculino se habría luchado durante los siglos II-IV. Y la verdad es que no conocemos lo suficiente la mentalidad de este periodo como para poder confirmarlo ni descartarlo. Sin embargo, a falta de que nuevos documentos pudieran arrojar nuevas luces, esta hipótesis no pasa de ser una teoría atractiva.

MARÍA MAGDALENA LA GNÓSTICA

El gnosticismo (del griego «conocimiento») fue un movimiento sincrético que aunó el platonismo, el zorotraismo y después el cristianismo (efectivamente, el gnosticismo es anterior al cristianismo). El gnosticismo pretendía que el conocimiento era lo que proporcionaba la salvación y por eso existía una serie de «misterios» y «secretos» sólo al alcance de los iniciados. Posteriormente, la masonería desarrollaría o copiaría una mentalidad semejante.

El Evangelio apócrifo de María Magdalena nos deja muy claro que esta recibió enseñanzas secretas de Jesús. Ella sería la más cercana de sus discípulos y, por lo tanto, la más digna de recibir conocimientos reservados. Al menos, eso es lo que viene a afirmar María en este evangelio y lo que provoca su disputa con Pedro que no le cree. Como decíamos anteriormente, es curioso ver como María Magdalena es la primera en creer la resurrección de Jesucristo. Más importante todavía, en el Evangelio canónico de Juan (el más gnóstico de los cuatro) es María Magdalena la persona elegida por el Jesucristo resucitado para aparecerse por primera vez.

En el Evangelio apócrifo de María Magdalena vemos claramente los dos cristianismos en pugna en aquellos tiempos (luego habría más). El que acabaría venciendo, personalizado en Pedro y el derrotado y declarado herético, personaliado en María Magdalena. Como en el apartado anterior, es posible que esta disputa es la que haya generado la leyenda de María Magdalena prostituta.

A favor de esta teoría, frente a la anterior, es que parece mucho más conforme con lo que sabemos de la mentalidad propia del sII dC. En cualquier caso, el hecho de que toda esta visión sobre María Magdalena fuera el fruto del combate entre el dos cristianismos no quiere decir que los gnósticos tuvieran razón y que su visión de la María Magdalena histórica sea la correcta. De hecho, el Testamento apócrifo de Felipe y el Evangelio apócrifo de María Magdalena parecen muy sospechosamente cercanos al gnosticismo, lo suficiente como para hacer sospechar de su falsedad.

Lo que no descarta un giro de tuerca más, que el cristianismo fuera desde el principio un movimiento gnóstico (no olvidemos que el gnosticismo es anterior). Esto expicaría lo bien que se adecúan estos textos apócrifos a la teoría gnóstica y, por lo tanto, habría que suponerlos más cercanos a la realidad.

LEYENDAS MEDIEVALES SOBRE MARÍA MAGDALENA

En muchas publicaciones se han hecho eco de otras historias sobre María Magdalena, como la de su viaje a Francia donde acabaría fundando toda una dinastía. Hasta donde sabemos, y a falta de que algún día se descubra nueva documentación, estas historias fueron generadas en la Edad Media y por lo tanto no pudieron tener ninguna relación con la María Magdalena histórica (si existió)

SOBRE LAS FUENTES

Este artículo se basa tanto en los evangelios considerados canónicos (Marcos, Mateo, Lucas y Juan) como en varios textos apócrifos (Pedro, Felipe, Tomás y María Magdalena). Colocados a la misma altura, porque, desde un punto de vista histórico, todos ellos tienen la misma veracidad (o falta de ella). Cuando la Iglesia Católica decidió que unos eran correctos y los otros falsos lo hizo según cuales se ajustaban mejor a su propia visión, no a criterios científicos.

Los textos más antiguos que tenemos de todos estos evangelios son de la misma época, en torno al sII. Todos ellos pueden ser copias de textos anteriores, escritos por gente que conoció personalmente a Jesucristo o todos ellos pueden ser falsificaciones posteriores. No tenemos forma de decirlo, lo único que sí podemos descartar es que sean falsificaciones posteriores al sII.

La autoría de todos estos textos es discutida. De los citados, tan sólo el testamento apócrifo de Tomás y el de Pedro aparecen firmados (lo cual tampoco demuestra que sea cierto). Los cuatro evangelios canónicos han sido bautizados por la tradición y los apócrifos de Felipe y de María Magdalena han sido bautizados así por los investigadores actuales al ser estos personajes los más destacados de la narración. No porque sean sus supuestos autores.

Estos textos apócrifos contienen numerosas coincidencias y numerosas contradicciones con lo dicho por los textos canónicos. Por ejemplo, el Evangelio apócrifo de Pedro afirma que fue Herodes y no Pilatos el que se desentendió de la ejecución de Jesucristo. Esto no es de extrañar, ya que incluso los cuatro evangelios canónicos se contradicen entre sí bastante amenudo. Por ejemplo, en el Evangelio de Mateo se nos habla de Herodes mandando buscar al niño Jesús para eliminarlo, en cambio el Evangelio de Lucas nos cuenta como José se lleva a una María embarazada hasta Belem para inscribirse en el censo ordenado por el emperador Augusto. Sabemos por numerosas fuentes que este censo se realizó en el año 6dC mientras que Herodes murió en el 4aC. Al menos una de las dos versiones debe ser falsa.