Ramper, un payaso escéptico en 1944

24 junio 11

La guerra había terminado, pero tras ella vino la época del hambre y del miedo. España vivía aislada de un mundo envuelto en un conflicto mundial y los campos españoles sufrían por los años de abandono durante la guerra. Pero entre el hambre y la desesperación, había un oasis de luz y emociones, eran los circos.

Hay que tener en cuenta que entonces la televisión todavía no existía. El cine sí, pero ya no era lo que había sido… El cine extranjero tenía fuertes restricciones en España, hasta el punto de que las películas del muy popular «Carlitos» (Charles Chaplin) no podían promocionarse con su nombre ya que el franquismo le había cogido manía por haber hecho declaraciones contra Franco. El cine español, por su parte, que había sido el más exhibido antes de la guerra, vivía una profunda crisis por falta de financiación y de artistas (gran parte de los más populares se encontraban en el exhilio). Jamás el cine español recuperaría la popularidad que tenía antes de la guerra.

El circo no tenía competidores y estos años fueron de gran florecimiento. De hecho, el mayor problema que podían encontrarse los circos era la competencia de otros circos, en algunas ocasiones llegaron a juntarse hasta diez circos en la misma ciudad al mismo tiempo.

La preciosa María del Pino Gómez Segura, más conocida como Pinito de Oro

fue una de las más populares trapecistas de su tiempo.

Y es que, el circo era un lugar mágico, con mujeres ligeras de ropa (cuando la censura lo permitía), con sus «extranjeros» exóticos, con sus animales salvajes y peligrosos y, claro está, con sus divertidos payasos que entonces hacían espectáculos para todos los públicos, no sólo el infantil.

El circo era un lugar en el que uno podía olvidarse por unas horas de la triste realidad. Daba igual que casi todo fuera falso. Tanto daba que las «bestias salvajes» fueran pobres animales desnutridos, o que el popular «chino» Li-Chang se llamara Juan Forns Jordana y fuera de Badalona mientras que el famoso «derviche hindú»  Daja-Tarto se llamara Gonzalo Tortajada y naciera en Cuenca.

Ni si quiera la alta sociedad se resistían al encanto del Circo. En una ocasión, se encontraban el circo Price y sus espectadores esperando la anunciada venida de Carmen Polo, que se retrasaba. Cuando el director quiso anunciar que iban a empezar el espectáculo sin ella, Millán Astray, fundador de la legión, bajó a la arena echo una furia. La sangre no llegó al río porque el director salió corriendo como si huyera por su vida… es posible que así fuera.

 

Fassman, el hombre radar.

Como no podía ser de otra manera, de esa época surgieron grandes personalidades que llegaron a ser tremendamente populares. Es en esos años cuando Gaby y Fofo comenzaron sus actuaciones. Y es en estos años cuando apareció con fuerza José Rocafort Mir, más conocido como Fassman, el hombre del año 2000.

Fassman era un «mentalista» que afirmaba haber recibido sus poderes de una ancestral tradición pirenaica. Posteriormente fundaría el Instituto Fassman dedicado al estudio de los «fenómenos paranormales». Este instituto se hizo famoso al afirmar que habían llegado a «pesar» el «aura». Fassman era el más famoso de los cientos de «mentalistas» que maravillaban al público transmitiendo información mediante sus poderes telepáticos. Tan popular se hizo este tipo de espectáculos que el popular payaso Ramper hizo un espectáculo basado en ellos.

Ramper, con y sin su pintura habitual.

El payaso le pedía algún objeto a algún espectador y después «transmitía su pensamiento» a un vendado Francisco Zafra, el mismo director de circo que había tenido que huir de Astray.

El chiste nacía de los comentarios que hacía el payaso mientras «transmitía su pensamiento», así cuentan por ejemplo que cuando un espectador le dio un lapiz, Ramper exclamó «Te advierto que esta es LA PIZmera vez que me entregan este objeto.» Y así hacía con todo tipo de objetos:

Mechero: «Me ha puesto usted echando chispas… a ver si adivinas lo que me han entregado y ME CHERO convencer si lo adivinas, aunque al buen ENCENDEDOR con pocas palabras bastan.»

Pluma estilográfica: «Con esto vas a sudar tinta, pero PLU MAS difícil que sea lo adivinarás. [Después de que Zafra dijera «pluma»] «Esta pluma de qué ESTILO es?»

Guante: «AGUANTE un momento que enseguida lo adivinarás.»

Puro: «Ahora me ha puesto usted en un aPURO»

Pendiente: «Dime lo que me acaban de entregar. Estoy PENDIENTE de la rápida contestación.»

Llave: «Esto es muy fácil. YA VErá usted como el medium lo adivina rápidamente.»

Estos juegos de palabras pueden resultar hoy hasta algo infantiles. Pero eran la forma de la época de la que podía transmitirse el verdadero mensaje, que todo lo que hacían los «mentalistas», «hipnotizadores», «telepatías», etc no eran más que trucos muy ingeniosos. Al hacer una burda falsificación, Ramper estaba indicando al que quisiera verlo que lo demás eran falsificaciones más elaboradas.


El problema de las elecciones de 1933

1 marzo 09

13a2-eleciones-nov33

El 19 de noviembre de 1933 se celebraron las primeras elecciones generales con sufragio universal en este país, al permitirse, por primera vez, el voto femenino.

La concesión del voto a la mujer estuvo rodeado de polémica desde el principio. Es importante aclarar que en la República Francesa, por ejemplo, la mujer todavía no tenía derecho al voto (se obtendría en 1944). Y que en el Reino Unido sólo lo tenía, en igualdad de condiciones con el hombre, desde hacía cinco años (desde 1918 podían votar las mujeres pero sólo tras cumplir los 30 años).

Gran parte del pensamiento de izquierdas, incluyendo a varias mujeres como La Pasionaria, consideraba que no debía otorgarse el voto a la mujer española ya que esta no estaba preparada políticamente y acabaría votando lo que le dijera el cura. Este pensamiento, bastante machista por cierto, ha sido tan mitificado que todavía hoy mucha gente considera que las elecciones de 1933 las ganó la derecha a causa del voto de la mujer.

La propaganda de ultra-derecha, cuyo máximo exponente es el mentiroso Pío Moa, ha utilizado esto para atacar a la izquierda y para afirmar que la izquierda no quería darle el voto a la mujer, etc, etc. Obviando que el parlamento que votó a favor del voto femenino estaba controlado por la izquierda. Es curioso observar como la izquierda es atacada incluso cuando vota por ideales en contra de lo que considera su propio interés personal.
En cualquier caso, las elecciones de 1931 habían dado a las izquierdas una mayoría aplastante. En cambio, las elecciones de 1933 se produjo un vuelco electoral que entregó el parlamento a las derechas. Mucha gente deduce de esto que, era cierto, que el voto de la mujer fue el que se decantó hacia el lado de la derecha. Pero ¿esto es realmente así?

El PSOE, principal partido de las izquierdas, gozó de la confianza de un número equivalente de votantes en 1931 y en 1933, de lo que podría deducirse que las mujeres no votaron al PSOE, ya que al duplicarse el número de votantes no se incrementó su número de votos. Pero toda esta teoría se viene abajo cuando comprobamos que el número de personas que votaron en 1931 y en 1933 es muy semejante… Lo que sí creció radicalmente fue la abstención.

20070712klphishes_214iessco

¿Qué ha pasado entonces?

Pasaron dos cosas. Por una parte sucedió que los anarquistas (varios millones en todo el país) en 1931 habían votado a la coalición PSOE-republicana como mal menor. En cambio, en 1933, tras los sucesos de Casas Viejas, decidieron no votar. Aún así, obteniendo el mismo número de votos del mismo número de votantes, el PSOE debería haber obtenido un número parecido de escaños ¿no?. Sin embargo, el PSOE pasa de 115 a 58 ¿y por qué? Pues, en parte porque el PSOE cedió parte de sus escaños a sus aliados republicanos (Azaña consiguió así su escaño) pero, sobretodo, porque esta vez el PSOE se presentó por separado mientras que en 1931 había formado parte de una gran coalición de izquierdas. Y en esta ocasión, las derechas se presentaron en coalición mientras que en 1931 habían ido por separado. La Ley electoral de la república primaba mucho las mayorías.

En 1933, las derechas ganaron las elecciones por 200.000 votos. (200.000, no 2.000.000 como afirma Pío Moa que añade los votos de centro a la derecha, sumando a los que votaran por Azaña como voto por la derecha). Esta diferencia de tan solo 200.000 votos se tradujo en 224 diputados de las derechas frente a 80 diputados de la izquierda, a causa de los caprichos de la ley electoral que en 1933 había beneficiado de forma parecida a las izquierdas y volvería a hacerlo en 1936.

Había suficientes condicionantes como para explicar que las derechas obtuvieran 200.000 votos más que la izquierda sin necesidad de recurrir al voto de la mujer. La crisis económica en plena Gran Depresión, la matanza de Casas Viejas, la carísima campaña electoral emprendida por la CEDA (principal partido de las derechas) que batió todos los records conocidos hasta la época, etc.

Sin embargo, suponer que fuera verdad que el voto femenino se decantó hacia las derechas mucho más que el masculino, es ignorar que la diferencia sólo fue de 200.000 votos (mientras que, por lógica, las mujeres debían ser, aproximadamente, la mitad del censo). Y, sobretodo, es olvidar que tan sólo tres años después, vuelve a producirse otro vuelco y las izquierdas, con una diferencia a su favor de tan solo 150.000 votos, vuelven a dominar por completo el parlamento.

Habrá que deducir que en 1933 las mujeres españolas estaban tan preparadas (o tan poco preparadas) como los varones para decidir su voto.

421907640_02da4d129f


Gail Kastner y el Dr. Shock

10 febrero 09

Esta es una de esas historias que uno cree que sólo puede encontrarse en una película o en una partida de Kult. Desgraciadamente, no es el caso. Debo comenzar avisando a mis lectores más sensibles que hoy os voy a contar algo horrible.

La periodista Naomi Klein, en su impactante libro La doctrina del Shock, nos narra su entrevista con Gail Kastner, una de las víctimas del doctor Ewen Cameron, también conocido como el Dr. Shock.

Gail Kastner era incapaz de recordar casi nada de lo que le había sucedido antes de los 20 años. También era incapaz de comprender porque una chispa eléctrica le producía un ataque de pánico incontrolable o porqué le temblaban las manos cada vez que quería enchufar el secador de pelo.

Gail Kastner sabía que, de joven, había sufrido depresiones, había sido adicta a medicamentos y había llegado a sufrir crisis nerviosas tan fuertes que había terminado en coma en un hospital.

Su hermana gemela le había hablado de un tiempo, inmediatamente anterior a todo esto, en el que había tenido que cuidarla. Gail Kastner se orinaba en cualquier lugar, se chupaba el dedo y trataba de quitarle el biberón a su sobrino. Ella no recordaba nada de esta etapa. Ni de nadaanterior.

Ignorante de su pasado, e incapaz de hablar con una familia que le había dado la espalda, se pasó años sin comprender nada o suponiendo que se trataba de una serie de enfermedades mentales que, desgraciadamente, ella padecía como se puede padecer cualquier enfermedad.

Un día, se encontró con una noticia de periódico que le dio una pista sobre lo que podría haberle pasado. En la noticia se hablaba de personas que habían sufrido una investigación pagada por la CIA y realizada por un médico de Montreal. Las víctimas del experimento sufrían unos síntomas muy similares a los suyos.

Con esta pista, Gail Kastner empezó una lucha por recuperar su pasado. Y leyendo informes del Allan Memorial Institute, Gail Kastner se encontró con textos que hablaban de ella en circunstancias que había vivido pero era incapaz de recordar. Debe ser muy extraño leer sobre uno mismo como si fuera otra persona.

Eran los años cincuenta. Gail Kastner, con 18 años es una estudiante de enfermería con un curriculum prometedor, pero una serie de crisis de ansiedad la hicieron acudir al Allan Memorial Institute.

En el Allan Memorial Institute trabajaba el dr Ewen Cameron, una eminencia tan prestigiosa que incluso había participado como asesor en los juicios de Nuremberg. El propio Cameron escribirá sobre su primera entrevista con Kastner que se trata de una chica «razonablemente bien equilibrada» que sufre ataques psicológicos por parte de un padre demasiado autoritario.

¿Por qué un psiquiatra de fama internacional se interesa por una paciente con un cuadro sumamente habitual? En realidad, el caso de Kastner no era extraño. Revisando los pacientes que solía tratar el Dr Cameron nos encontraremos con infinidad de problemas menores como  depresiones post-parto o crisis de ansiedad como las sufridas por Gail Kastner.

¿Por qué buscaba el Dr. Cameron pacientes relativamente sanos? porque, en realidad, el objetivo de sus técnicas no eran las personas enfermas, sino las personas sanas. El Dr. Cameron estaba buscando la forma de producir un lavado de cerebro.

Eran los tiempos más paranoicos de la Guerra Fría, y los juicios de Stalin en los que se veían a tantas personas autoinculpándose hicieron creer a la CIA que la URSS había desarrollado un método de lavado de cerebros. En realidad, el sistema que estaban empleando los soviéticos era mucho más efectivo, más antiguo y más simple. Torturaban y amenazaban a la familia de sus víctimas hasta que estas se veían obligadas a aceptar lo que se les pidiera.

El Dr. Cameron creía que podía destruir totalmente la psicología de sus pacientes, creando una mente vacía sobre la que poder construir una mentalidad sana. Estas afirmaciones llamaron la atención de la CIA que, bajo el pretexto de intentar desarrollar maneras de entrenar a sus espías para resistir lavados de cerebro, en realidad lo que querían era tener un método que poder utilizar.

Kastner entró en el Allan Memorial Institute con síntomas de ansiedad y siendo descrita como una persona «alegre, sociable y simpática». Apenas unas semanas recibiendo el tratamiento del Dr Cameron escribirían de ella que muestra «un comportamiento infantil, expresaba ideas extrañas y aparentemente estaba en estado de alucinación y era destructiva.» Esta chica, que sacaba buenas notas, se mostraba ahora incapaz de contar hasta seis. Después se volvió «manipuladora, hostil y muy agresiva». Más tarde «pasiva y apática, incapaz de reconocer a los miembros de su familia». Finalmente, fue diagnosticada con «esquizofrenia» y «con claros rasgos histéricos». Un cuadro muy distinto de los «ataques de ansiedad» con los que entró.

Los informes nos cuentan que, varias veces, Kastner intentó huir del hospital y que afirmaba que el tratamiento era «erróneo y nocivo», sin que nadie le hiciera el más mínimo caso.

Para destruir la mente de sus pacientes, el Dr Cameron confiaba en los electroshócks, una herramienta que ya entonces empezaba a sembrar dudas, entre otros motivos porque se probó que provocaba pérdidas masivas de memoria (como la que sufre Kastner, incapaz de recordar nada de su infancia). Pero, precisamente, eso es lo que buscaba el Dr Cameron. Que el paciente olvidara aquellas cosas que habían creado su enferemdad mental. Es por ello que en el Allan Memorial Institute se aplicaban hasta ocho veces más electroshócks de los considerados por entonces como aceptables.

Pero los pacientes del Dr Cameron seguían aferrándose a sus personalidades, así que el Dr Cameron empezó a investigar como funcionan los mecanismos de defensa psicológica ante la tortura (aunque él jamás utilizó esta palabra). Llegó a la conclusión de que, para destruir sus defensas, era vital desorientar a sus víctimas, y para ello recurrió a cócteles de drogas que mezclaban alucinógenos, con antidepresivos, ansiolíticos… Kastner fue sometida a varios comas inducidos y se pasó días enteras bajo efectos de distintas drogas. Para intentar reconstruir una mentalidad sana en sus pacientes, el Dr Cameron utilizaba métodos tan infantiles como obligarles a escuchar mensajes del tipo «usted es una buena persona». Al menos en una ocasión, el Dr Cameron obligó a un paciente a escuchar una cinta durante 101 días consecutivos.

Antes de contactar con el Dr Cameron, la CIA había experimentado con la privación sensorial, encerrando a voluntarios en habitaciones sin ningún estímulo sensorial. Apesar del dinero que cobraban los voluntarios, nadie aguantó esta situación durante más de dos días. El Dr Cameron sometió a sus víctimas a experimentos de privación sensorial que, al menos en una ocasión, duró hasta 35 días.

Los supervivientes de largos encierros y/o de torturas, suelen hablar de lo importante que son aquellas cosas que les atan al mundo. Que les recuerda que más allá del infierno, puede existir la felicidad. Es como el famoso Romance del Prisionero en el que un prisionero medieval nos canta: «que ni sé cuándo es de día / ni cuándo las noches son, /sino por una avecilla /que me cantaba el albor. /Matómela un ballestero; /déle Dios mal galardón.»


El Dr Cameron identificó esta ligadura como el último el último cabo al que se aferra la personalidad de su víctima. Y consideró que había que destruirlo para aniquilar su mentalidad.

El personal sanitario tenía prohibido hablar en presencia de las víctimas. La comida se servía de manera aleatoria. A veces, las víctimas eran inmovilizadas y se les colocaba cascos con música o sonidos estridentes como alarmas o llantos de bebé. Los demás sentidos también eran inutilizados, los ojos eran vendados, los dedos de las manos eran envueltos en cartón. Esta situación podía prolongarse durante días.

En otras ocasiones, por medio de drogas, el Dr Cameron sometía a sus pacientes a largos periodos de duermevela, en una especie de ensoñación constante que solía durar de quince a treinta días, aunque alguna víctima llegó a alcanzar los sesenta y cinco días. A veces, el Dr Cameron suministraba pequeñas dosis de curare, provocando una paralisis física que convertía a sus víctimas en prisioneras dentro de su propio cuerpo.

Los trabajos del Dr Cameron fueron financiados por la CIA hasta 1961. No fue hasta los años ochenta que la agencia se vería obligada a reconocer lo que, según un psicólogo de la agencia había sido «un terrible error». Los archivos sobre estas investigaciones fueron destruidos antes de ser alcanzados por ningún juez. Aún así, la CIA ha tenido que pagar la indemnización más alta de su historia a varias de las víctimas de este experimento.

Ewen Cameron murió en 1967 sin que nadie le echara en cara, jamás, que sus experimentos sólo sirvieran para destruir la vida de sus pacientes.

Gail Kastner vive postrada en una butaca que puede adoptar infinidad de posiciones, incapaz de mantenerse mucho tiempo en la misma postura a causa de una multitud de lesiones en su esqueleto. Lesiones provocadas por los electroshócks y agravados por la edad. Su cerebro es incapaz de manejar de forma eficiente sus recuerdos, así que como los personajes de 100 años de soledad que iban perdiendo la memoria, Kastner vive rodeada de notas con las que intenta auxiliar a su deficiente memoria.

Todavía tiene pesadillas que ella define como «sueños eléctricos».

El Dr Cameron quería destruir la personalidad del paciente para poder construir otra desde cero. La segunda parte fue desastrosa, pero la primera se demostró como muy eficaz. Las técnicas de desorientación y de privación sensorial desarrolladas por Cameron coinciden con los relatos de las víctimas de los interrogatorios estaedounidenses Irak, Afganistán y Guantánamo. Parece que la CIA no encontró del todo inutil su inversión.


Mana, un experimento contra los poderosos

1 febrero 09

amj_liberation_a

«no habrá ninguna mezcla de blancos: todos serán negros; los jefes negros.» Anne-Marie Jahouhey.

Durante diez años (1836-1846) 477 personas de origen africano y una religiosa francesa demostraron que los esclavos podían convertirse en hombres libres y ganar su subsistencia al mismo nivel que los blancos. Los periódicos en manos de los esclavistas definieron este experimento como una utopía, una quimera y ante las evidencias, opusieron mordacidad. Casi dos siglos después, el experimento de Mana puede mostrarnos claramente como un experimento exitoso puede parecer fracasado si atenta contra aquellos que controlan los medios de comunicación.

La madre Anne-Marie Javouhey consiguió el 18 de septiembre de 1835 la autorización necesaria para iniciar un gran experimento social con un grupo de exclavos manumitidos en la Guayana Francesa. Era un experimento en que el gobierno francés estaba muy interesado, ya que tras prohibir la trata, quería ir prohibiendo la esclavitud poco a poco y necesitaba desmontar los argumentos de los esclavistas.

Javouhey se basó para su proyecto en las reduciones jesuíticas del Paraguay. El que haya visto la fabulosa película La Misión comprenderá en que consistían… y cual era su debilidad. Los indígenas estaban ahí para ser salvados, todos los cargos importantes eran ocupados por generosos hombres blancos benevolentes que creían saber que era lo mejor para los guaraníes. Javouhey introducirá la importante novedad de permitir que los negros se administraran a sí mismos. Era fundamental este hecho para demostrar la falsedad de la propaganda esclavista, que afirmaba que los negros no podían valerse sin la «protección» del hombre blanco.

La aldea de Mana contó con una crónica falta de financiación, que en gran parte pudo suplirse con las ayudas de la Sociedad Abolicionista Británica y de personajes individuales de la metropoli francesa, interesados por el fin de la esclavitud. Apesar de la poca finaciación y de los vaticinios de los esclavistas, la aldea consiguió su autosuficiencia y, lo que era más importante, no generó ningún problema a sus vecinos que, sin embargo, les percibían como una amenaza a toda su forma de vida.

Los habitantes blancos de la Guayana odiaban por motivos evidentes a la madre Javouhey. Y la tensión alcanzó techo en 1841 cuando presentó al gobierno de París un proyecto para comprar, forzosamente, todos los hijos de los esclavos de la Guayana con la intención de criarles en libertad en su aldea.

Pero los esclavistas pasaron a la ofensiva. La aldea de Mana producía suficiente maiz, mandioca y plátanos para alimentar a su población, pero ni rastro de café, bija o girasol que se producían en las plantaciones esclavistas. Basándose en este dato, consiguieron difundir la falsa sensación de que el sistema de Mana no era productivo. Al fin y al cabo, si alimentas a tus esclavos con lo mínimo imprescindible para sobrevivir, te queda mucha tierra que puedes dedicar a productos de exportación, pero si permites que estos cultiven lo que quieran lo primero que van a hacer es alimentarse en condiciones.

Y, en el fondo, lo que la metropoli quería era que le llegara un café barato.

Debido a esto, en 1847 la madre Javouhey fue desplazada y el Ministerio de Marina y Colonias colocará al mando a su gente y desplazará a los jefes negros, con desastrosos resultados.

Apesar de que los nuevos gestores forzaron el cultivo de productos de exportación, los gastos que generaba la comunidad (y que antes era autosuficiente) crecieron exponencialmente. La revolución de 1848 conllevó la definitiva prohibición de la esclavitud, pero esto no trajo ningún alivio a la colonia de Mana ahora gestionada por blancos que fueron cerrando aquellas cosas que resultaban «deficitarias» como su hospital, su colegio y su guardería infantil.

El mazazo definitivo a «la excepción» de Mana se produjo cuando se decide crear una colonia de presidiarios en la Guayana (experimento que ya se había intentado varias veces). Se quería alejar a los presidiarios de los decentes colonos de la Guayana, con tantos derechos como los franceses de la metrópoli, pero, como diría un ministro referiéndose a Mana «No hay propietarios colonos con los que tratar, y la presencia de 700 a 800 negros que pueblan esta localidad  se convierte, desde el punto de vista de la creación de un taller de deportados en una ventaja en lugar de un inconveniente.»

La nueva Francia había prohibido la esclavitud, pero seguía considerando que los esclavos necesitaban la protección de los sabios hombres blancos. El experimento de Mana demostraba lo contrario pero, como es habitual cuando se muestra una evidencia que no conviene a los poderosos, en seguida quedó olvidado.

973


La matanza de Casas Viejas

30 noviembre 08

gobieerno-azana36

Principios del año 1933. Azaña era el presidenete del gobierno de la República Española y no se lo habían puesto nada fácil hasta entonces. La crisis económica conocida como Gran Depresión, se veía agravada en el caso español por el boicot que los grandes capitalistas le hacían al régimen republicano. Por si fuera poco, los activistas libertarios tenían el país permanentemente al borde de la revolución… o del golpe de estado reaccionario. Sólo en Barcelona y en tres días de enero del 33, murieron 37 personas y fueron heridas 300 en choques entre obreros y policias.

Pero todo esto quedó ensombrencido por una matanza que horrorizaría a la población española, por su crueldad y por los recuerdos que traían de otros tiempos no muy lejanos, fue lo sucedido en el pueblecito andaluz de Casas Viejas.

Allí un grupo de campesinos proclamaron el comunismo libertario y trataron de asaltar el cuartel de la Guardia Civil, hiriendo a dos guardias.  Un grupo de los Guardias de Asalto fueron enviados al pueblo y rescataron a los guardias civiles muriendo varios campesinos en el proceso.

Entonces fue cuando se desató el terror.

casas-viejas-11

El jefe de los anarquistas, conocido como Seisdedos, se había atrincherado en su casa y, según la declaración oficial, obligó a la guardia de asalto a abrir fuego contra él y cinco de sus acompañantes al negarse a rendirse, muriendo todos los anarquistas. Una vez muertos y sólo después de muertos (siempre según la declaración oficial) se prendió fuego a la casa y después se dejaron expuestos los cadáveres a medio quemar para que «sirviera como escarmiento» al resto de campesinos.

Otras versiones dirían que no sólo los campesinos estaban vivos cuando se prendió fuego a la casa, sino que además habían sido obligados a entrar en ella por la Guardia de Asalto. Catorce campesinos más fueron asesinados a sangre fría cuando ya se habían rendido.

Cuando se juzgo por todos estos hechos al capitán Rojas, este se defendió afirmando que había recibido órdenes del gobierno de que no hubiera «ni heridos ni prisioneros» y que Azaña en persona había dicho «los tiros, a la barriga».

Azaña, por supuesto (y por su puesto :), lo negó todo tajantemente, y ordenó una investigación gubernamental. Todas las declaraciones, salvo la de Rojas, indicaron que no había ninguna constancia de que unas órdenes de este calibre se hubieran llegado a pronunciar. El informe oficial de las Cortes (apoyado por los partidos del gobierno y los de la oposición) concluía diciendo que «no hay pruebas que permitan la insinuación de que la policía actuó en la represión de acuerdo con órdenes dadas por los miembros del gobierno». El Partido Radical de Lerroux (que sería el siguiente presidente del gobierno) retiraría la moción de censura que había presentado ante la evidencia de que no se podía demostrar la culpabilidad del gobierno de Azaña.

Sin embargo, para la opinión pública quedó claro que si no directamente, el gobierno era moralmente responsable de la matanza. Se suponía que estas cosas pasaban en la Monarquía, pero no en la República. Y, encima, ni si quiera había sido la Guardia Civil si no la flamante y republicana Guardia de Asalto la que había cometido la atrocidad.38021_casasviejasjornalerosases

La matanza de Casas Viejas acabaría siendo fundamental en la caída del gobierno Azaña y en el giro político que llevó a las derechas al poder. Poco después, el nuevo gobierno que tanto había criticado (con razón) lo sucedido en Casas Viejas trataría de ocultar la brutal represión de la revolución del 34.

Pero la leyenda sobre Casas Viejas no terminó aquí. Durante el Franquismo se utilizó este hecho como demostración de la maldad de la República… Obviando que lo que fue un terrible caso aislado en la República era pan de cada día durante los primeros años del franquismo.

Y como el resto de mitos de la dictadura, también ha resucitado de un tiempo a esta parte, con esta hornada de «historiadores» que desprecian toda la historiografía mundial. Para Pío Moa, César Vidal y compañía, Rojas decía la verdad al afirmar que Azaña en persona le había ordenado cometer las atrocidades. ¿Las pruebas? que Rojas lo dijo (mientras intentaba zafarse de un juicio que muy bien podía acabar con su vida)


Algunas cifras sobre la «trata de negros»

6 noviembre 08

El comercio de esclavos africanos no sólo fue un acto de crueldad extrema en sí mismo, si no que además, produjo grandes males en las regiones afectadas.

Las personas raptadas eran transportadas a grandes barcos y nunca jamás volvía a saberse de ellos. Esto despertó un terror supersticioso entre los nativos que en su pugna por por mantener la libertad o por arrebatársela al vecino llevaron al continente a un estado de caos sin precedentes. Podríamos decir, que todavía no ha sido resuelto. Vigorosas sociedades y civilizaciones incipientes fueron arrastradas a una destrucción prematura y todo el continente vivió un gran retroceso tanto en nivel de vida como en fuerza civilizadora.

Naturalmente, la esclavitud ya existía desde mucho antes, tanto en Europa como en África, pero se trataba de una esclavitud doméstica, con poca repercusión económica. Apartir del sIX, los árabes del norte y el este de África empiezan a comprar esclavos, dando pie al surgimiento de los primeros estados esclavistas en lugares como el Valle del Níger, el Sudán, el Cuerno de África o en el extremo sur del Sahara (Songhai).

Era la esclavitud que buscaban los árabes distina a la que querrían luego los europeos. Las mujeres eran más apreciadas que los varones, y generalmente los esclavos no eran destinados a trabajos extenunantes (con excepciones). En cualquier caso, la esclavitud anterior al gran comercio atlántico no tuvo las repercusiones que esta tendría sobre los estados subsaharianos.

La cifra de esclavos comprados por los árabes no empezaría a reducirse hasta bien entrado del sXIX, pero apartir del sXVI los europeos superarían su importancia como clientes. El dudoso honor de iniciar este comercio lo tiene Portugal, que ya en 1444 realizó su primer cargamento. La colonia portuguesa en Santo Tomé se convertiría, a su vez, en la primera gran economía de plantación de caña de azucar basada principalmente en el trabajo esclavo.

Los primeros colonos españoles y portugueses en el continente americano se encontraron con serias dificultades a la hora de esclavizar a los nativos. Tanto por motivos legales como, simplemente, porque fueron exterminados en gran medida. Como lo que no iban a hacer era ponerse a trabajar, decidieron comprar esclavos procedentes de allí donde se vendían tradicionalmente, África.

Fue el inicio de la que, seguramente, haya sido la mayor tragedia sufrida por este continente… Y ya es decir.
Es muy complicado establecer cifras fiables sobre la trata de esclavos africanos. Pocas veces hay documentación apropiada, y cuando la hay no tiene en cuenta el contrabando que, sabemos, llegó a ser muy importante. Basándose en distintos estudios, Marc Ferro hace las siguientes hipótesis:

*Esclavos comprados por los árabes antes de la llegada de los europeos: entre 3,5 y 10 millones.

*Esclavos deportados por los franceses: no inferior a 1.200.000

*Esclavos deportados por los ingleses: cifra muy superior a 4.000.000

*Trata portuguesa: 2.250.000

Esclavos deportados durante:

*sXVI

Por los árabes: 900.000

por los europeos: 900.000

*sXVII

Por los árabes: 700.000

por los europeos: 1.800.000

*sXVII

Por los árabes: 700.000

por los europeos: 6.100.000

*sXIX

Por los árabes: 1.800.000

por los europeos: 3.300.000

*Total sXVI-sXIX

Por los árabes: 4.100.000

por los europeos: 12.100.000

DESTINOS:

colonias españolas en América: 1.600.000

Brasil: 4.000.000

Caribe británico, francés, holandés y danés: 3.700.00

EEUU: 500.000

Mortalidad aproximada de los esclavos durante el traslado: como mínimo más optimista, un 10%

UNA NOTA SOBRE LA ESCLAVITUD EN EEUU

Es importante señalar las diferencias de trato en unos lugares y en otros. Por ejemplo, en 1860 la población de origen africano en los EEUU rondaba los 3.000.000, seis veces superior al número de africanos que habían sido transportados. En cambio, en Jamaica, la población esclava era dos veces menor que la cantidad de africanos trasladados a la isla.

Esto es así porque en EEUU en general, el trato recibido por los esclavos fue algo menos brutal que en el área del Caribe. Y (para los amantes de las teorías raciales en que, supuestamente, algunos pueblos europeos hicieron mejores colonialismos que otros) al hablar del área del Caribe estamos incluyendo las posesiones españolas (Cuba, Santo Domingo), las francesas (Haití), las portuguesas (Brasil), las holandesas (Curaçao) y las británicas (Jamaica)

El hecho de que los esclavos fueran mejor tratados en EEUU que en el área del Caribe no se debe tampoco a la bondad intrínseca de estos, sino a otros factores. Generalmente, las explotaciones norteamericanas eran mucho más pequeñas que las grandes plantaciones antillanas y, al contrario que sus homólogos coloniales, los propietarios de esclavos estadounidenses solían vivir en la misma explotación, cerca de sus esclavos. Por otra parte, las plantaciones coloniales solían ser atendidos por grupos de cincuenta o más esclavos, mientras que en EEUU lo normal era que un propietario no tuviera más de cinco.

Si convives con tus esclavos, no es buena idea llevarles a tal grado de desesperación que no les importe las consecuencias de cortarte el cuello por la noche. Además, si sólo tienes cinco esclavos, sale más caro maltratar físicamente a uno de ellos hasta el punto de que no pueda trabajar al día siguiente.

Tampoco debemos olvidar que los jóvenes señores estadounidenses crecían y jugaban con los hijos de los esclavos de sus padres, que un día serían de su propiedad. En EEUU se creó un paternalismo inédito en el resto del área esclavista en el que los propietarios se veían a sí mismos como patrones benevolentes que buscaban elevar el nivel espiritual de sus esclavos.

Probablemente, a todo esto se debe que en el Caribe hayan pervivido tantos rasgos culturales africanos y en EEUU no.

Por último, breve cronología de la abolición de la esclavitud:

1772: en el Reino Unido un juez proclama la libertad de un esclavo que había huído. Apartir de entonces se considera (aunque muchas veces no se cumpla) que todo esclavo que pise las islas británicas es automáticamente libre.

1788: Se funda un Comité para la abolición del comercio de esclavos en el Reino Unido. Un grupo de esclavos liberados por los británicos se establecen en Sierra Leona.

1788: Se funda en París la Sociedad de Amigos de los Negros

1791: Insurrección de los esclavos de Santo Domingo

1792: Dinamarca prohibe el tráfico de esclavos.

1793: la Convención decreta la abolición de la esclavitud en Francia y sus colonias.

1802: Napoleón Bonaparte reestablece la esclavitud

1807: El Reino Unido prohibe la trata.

1808: EEUU prohibe la trata.

1812: La Constitución de Cádiz otorga a los mulatos de las colonias españolas los mismos derechos civiles que al resto de ciudadanos, pero les niega el derecho al voto.

1815: Tratado de Viena. Se firman acuerdos para abolir la trata.

1817: Francia prohibe la trata.

1833: Queda abolida la esclavitud en todas las colonias británicas.

1848: Queda abolida la esclavitud en todas las colonias francesas.

1851: Queda abolida la esclavitud en Venezuela.

1853: Queda abolida la esclavitud en Argentina (donde nunca fue importante, por otra parte).

1857: El Imperio Otomano prohibe la trata.

1863: Holanda prohibe la esclavitud en sus territorios y colonias.

1865: Finaliza la Guerra de Secesión Estadounidense, la esclavitud queda abolida en todo el pais.

1867: España prohibe la trata.

1870: España prohibe la esclavitud en Puerto Rico.

1880: España prohibe, teóricamente, la esclavitud en Cuba pero se mantiene bajo una trampa legal a la que se denomina «patronato».

1886: España prohibe definitivamente el «patronato», con esto queda suprimida la esclavitud en España y sus colonias.

1888: Brasil prohibe la esclavitud.


Joseph Smith y sus mormones

18 octubre 08

(Está entrada está dedicada a tí, tú sabes quien eres 🙂

Yo estoy pensando en convertirme. El mormonismo lo tiene todo, todo lo de la biblia (pasión, lujuria, crimen…) junto a un libro enterito más repleto de grandes epopeyas y milagros por todas partes. Además ¿cuantas religiones te prometen un mundo para ti solo en el que puedas ser Dios??? anda que no mola.

He seguido el consejo de la web oficiles de los mormones y he meditado pidiéndole a Dios que me diga si los mormones están en la Verdad o no. Pero debe de haber mucha gente haciéndose la misma pregunta y las líneas deben estar colapsadas, porque no me salió nada. Apesar de ello, yo estoy ya casi totalmente convencido, ante el peso y profundidad de sus argumentos. Repasemoslos:

Vamos a hablar de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días. Más conocida como los Mormones. Más conocida como los Yankees plastas esos que van trajeados (aunque esta última definición es claramente incorrecta. La mayoría son de Utah, así que no podemos decir que sean yankees plastas. Simplemente son gringos plastas).

Todo esto lo empezó un chavalillo que se llamaba Joseph Smith. El tal Joseph Smith, fustrado por tener el segundo nombre más común del mundo anglosajón, se preguntó por qué había tantos cristianismos, cual era el verdadero, si quizás serían todos falsos (mira, en esto estamos de acuerdo), y, sobretodo ¿por qué narices yo no puedo ser un profeta? ¿cómo es eso de que desde que vino Jesucrito ya no hay más? ¡habrase visto el melenudo presuntuoso ese!

Así que, según las propias palabras de Joseph Smith, durante una gran agitación religiosa que vivió Nueva york (en 1824), rezó tanto, tanto y tanto que Dios se apiadó de él y decidió aparecérsele… en 1820. Lo cual sin duda ya fue el primer milagro, pero no el último!

Pero sólo habló una vez con Dios, que las conferencias con el cielo son muy caras, y además el Todopoderoso está muy ocupado observando su gloria eterna y descojonándose de los mortales. Así que las siguientes entrevistas del jovencito Joseph Smith (pues sólo tenía 14 años cuando le habló Dios) las realizó con su intermediario, el angel Moroni. Este ángel fue el que propiciaría un nuevo e impactante milagro, le comunicó donde se encontraban unas planchas de oro con una nueva revelación recopilada en 421, la de los profetas de los indios (cuando los indios eran buenos).

Joseph Smith encontró las planchas y, gracias a unas piedras mágicas pudo traducir al inglés el que se conocería como el Libro de Mormón del original en egipcio reformado.

Tal vez, mi querido lector se preguntará que habrá sido de estas planchas que tan claramente, tras ser convenientemente estudiadas, servirían para demostrar no sólo la existencia de Dios sino que el mormonismo es la única religión verdadera ¿cómo si no iba a aparecer un texto en egipcio en la América del sV? Es normal que te lo preguntes, pero yo te digo ¡no te lo preguntes! que no. Punto. No y ya está. Se acabó. Ahhhh ¡magia! digooo ¡milagro!!!

El caso es que aparte de Joseph Smith y once de sus seguidores (de los cuales tres después dirían que todo es mentira) nadie ha podido ver esas planchas de oro antes de que el cabrón de Moroni se las llevara pa’l cielo. Que, oyes, vamos a dejar una cosa clara. Tienes que creer porque te lo dice tu corazón… si se tratara de demostrar que existe Dios, pues ya no tendría gracia ¿qué seríamos entonces? ¿científicos?

Las planchas de oro traducidas por Joseph Smith nos muestran nuevos milagros. Por ejemplo, no sólo aparecen citas del nuevo testamento tal y como se ordenó en fechas posteriores al 421, sino que las palabras coinciden, palabra por palabra, con la biblia inglesa que se solía utilizar en los tiempos de Smith ¡incluyendo las palabras en cursiva añadidas para facilitar su comprensión! ¿hay mayor demostración del poder divino?

¡Sí! ¡sí que la hay! la propia historia que nos cuenta el libro. Allí vemos como los judíos llegaron a Sudamérica en dos oleadas, resolviendo el enigma que había en tiempos de Smith sobre como se pobló el continente (y desmintiendo a todos esos cientificuchos que afirman que América fue poblada primero en el norte y desde Asia… sólo porque lo digan unas cuantas piedras ¿a caso van a saber unas piedras más que Dios? hombre ya)

Los primeros judíos llegaron a América poco después de la destrucción de la Torre de Babel, no sé como alcanzaron el continente, yo me inclino por la hipótesis de que un antepasado de Moisés fuera abriendo las aguas por el camino. Alimentándose de los peces que tuvieran la desdicha de quedarse en seco por el camino y bebiendo… hemmmm…. pues lo mismo que bebieran los judíos de Moisés 40 años por el desierto, yo qué sé.

La segunda oleada alcanzaría Sudamérica en barco,el 590 a d C, en un barco que debía ser muy grande para llevar tanta gente, y que fue arrastrado por fuertes vientos durante 344 días. Algún descreido dirá ¿344 días? ¡tan fuertes no serían los vientos! pero, vamos a ver ¿no decíamos que el barco debía ser muy grande? pues la vela sería pequeña, hombre, que hay que decírtelo todo.

Seis siglos después, hubo otra emigración, pero esta vez de un solo judío.  Jesucristo, después de resucitar, se dijo «¡voy a conocer la tierra de las oportunidades!» porque, seamos serios, ¿alguien piensa que si al hijo de Dios le diera por hacerse carne iba a desaprovechar la oportunidad de conocer los EEUU, aunque todavía no existan? Así que el bueno de Jesucristo se fue para América a decirle a los antiguos judíos, ahora indios, que tenían que hacerse cristianos y tal.

Los indios cristianos prosperaron y se efectuaron grandes milagros, siendo el más impactante de ellos su discreción. Hay que ser muy discretos para desarrollar una cultura y fundar 34 ciudades sin que haya quedado ni el más mínimo resto arqueológico de ellos. Desgraciadamente, llegó un momento en que se dividieron entre buenos y malos. Los malos (que, casualmente, resultaron tener la piel oscura) ganaron y aniquilaron a los buenos (que, cosas de la vida, eran blancos, rubios y de ojos azules).

El último de los buenos, resultó ser el tal Mormón que, por no escribir en hebreo que era muy aburrido, dijo «voy a escribirlo en egipcio reformado» que, ¡milagro! no conoceríamos de su existencia si no fuera gracias a los mormones. Es un idioma del que no existe ninguna otra referencia en ninguna parte.

El jovencito Smith se encontró con la intolerancia y la incomprensión ya desde su infancia. Al principio eran cosas como «mamá, ¡qué he visto a Dios!» [PAF] «Calla y acabate la sopa!». Pero con el tiempo, los demás cristianos decidieron demostrarle a la pequeña comunidad mormona su amor a base de embrearle y llenarle de plumas o, al final, asesinándole en un tumulto.

Ante tanta intolerancia, los mormones abandonaron el Atlántico y se internaron en lo más profunda de América, fundando Salt Lake City. Dando paso a su nueva demostración de lo que es el amor al prójimo ante los colonos que intentaban atravesar sus tierras y que se arrepentían de no haber escogido la senda donde estaban los indios. No está confirmado si efectivamente asesinaban a los que invadían sus tierras o si estos se suicidaban solitos al verles aparecer con el traje y el libro bajo el brazo.

El Libro de Mormón mola. Y nos cuenta cosas que molan. Por ejemplo, nos dice que no sólo un cualquiera como Joseph Smith puede ser profeta, sino que incluso alguien como Tú puedes serlo. Es más, por poder ¡puedes ser hasta Dios! a que mola ¿he? Hay por ahí millones de mundos vacios, esperando a que alguien como tú les diga «hágase la luz». Esto sin duda ya hace al mormonismo superior al catolicismo.

Pero es que, además, aunque ahora no lo practiquen por esas tonterías de las leyes federales y tal, los mormones defendían la poligamia (a favor del hombre sólo). Bueno, cabe la posibilidad de que mis lectoras no le vean la parte positiva de esto último, pero los varones seguro que sí. El mismo Jesucristo tuvo tres esposas para demostrarlo. (Lo cual nos indica que el hombre lo de caminar sobre las aguas y tal, lo dominaba bien, pero lo que hay que hacer para tener descendencia no tanto).

En todo el mundo hay millones de mormones, y esta es una de las religiones que más ha crecido durante las últimas décadas. Si es que, está claro. El que no cree, es porque no quiere.


Haití 1804: La primera República negra

27 septiembre 08

«Derrocadme, sólo se ha abatido en Santo Domingo el tronco

del árbol de la libertad de los negros; volverá a brotar

de sus raíces.»

Toussaint Louverture

Existe la extraña impresión de que los esclavos negros de América realizaron pocos intentos armados por vencer su situación, víctimas de una mansedumbre supuestamente propia de las razas africanas. Y sin embargo, las revueltas violentas de esclavos negros en América, desde Brasil hasta los EEUU, superan abundantemente el centenar. Algunas de ellas, en Venezuela y en Brasil, llegaron a controlar territorios que actuaban como estados y que, incluso, en alguna ocasión llegaron a ser reconocidos durante varios años por las autoridades coloniales.

Desarraigados de sus lugares de origen, los negros de Haití se vieron forzados a elaborar un sentimiento de comunidad utilizando, precisamente, la definición que les daban sus opresores, la negritud. Orgullosos de ser negros, empezaron a juntar lazos que les permitiera resistir eficazmente. Ante las multiplicidad de lenguas, adoptaron el francés que los blancos les habían obligado a aprender. Ante la música de los franceses, un popurrí de músicas de distintas tribus africanas. Ante el catolicismo, el vudú, una mezcla de religiones africanas.

Las autoridades coloniales, asentadas en una mentalidad profundamente racista, no eran capaces de comprender la amenaza que significaba este sentimiento de unidad entre sus esclavos. Se sabían arropados por su poderosa metropoli y la aplastante superioridad numérica de sus esclavos no les parecía un asunto preocupante.

Pero ¿qué pasó cuando la poderosa metrópoli tuvo que dejar de arroparles?

En 1789 estalla la Revolución Francesa, un suceso que sacudiría como un terremoto a toda Europa y a toda América. La Declaración de los Derechos del Hombre llenó de esperanzas a los esclavos… y de pánico a los esclavizadores. Los primeros comenzaron su presión para alcanzar sus derechos, los segundos iniciaron un movimiento cesecionista que les separara de París y sus peligrosas ideas.

Sin embargo, París apenas podía controlar sus propios arrables, y con problemas. La proclamación de los Derechos del Hombre tuvieron pocas repercusiones reales en un país que vivía sumergido en el caos. Mientras, en teoría, la esclavitud debía desaparecer, los barcos negreros franceses seguían trasportando personas secuestradas en África con rumbo a América… ¡Haciendo escala en Nantes y en Burdeos!, como antes de la Revolución.

Los gobiernos revolucionarios, apenas conseguían la obediencia de las provincias de la propia metropoli, no tenían medios de proyectar su autoridad sobre las lejanas colonias. Para ocultar su debilidad, apostaron por una política dilatoria, sin reafirmar ni prohibir la esclavitud, esperaban a ver lo que pasaba en Haití.

Y Haití era un polvorín apunto de estallar. Y estalló en agosto de 1791 con la revuelta del esclavo Boukman. Rápidamente, la revuelta se extendió por todo el país. La Asamblea Legislativa de París quería mantener las colonias tranquilas y decidió hacer una cesión proclamando la libertad de todos los mulatos, en un intento de unirlos a los blancos en la lucha contra los negros. Pero ya era tarde para las medias tintas. Sobretodo desde que el movimiento esclavo gozaba de la eficaz dirección de Toussaint Louverture, esclavo liberado hacía años que proclamaba la igualdad entre negros, mulatos y blancos.

En 1794, gobernando ya en París la Convención Nacional, se produjo por fin la tardía pero admirable identificación entre los revolucionarios y los esclavos rebeldes. Se proclamó el final de la esclavitud en todo el territorio de Francia y sus colonias, y Louverture fue ascendido al rango de general. Los ingleses, dentro de la lógica de las Guerras de Convención contra la Francia republicana, fomentaron los movimientos contrarevolucionarios de blancos y mulatos, que fracasaron estrepitosamente.

Pero… ¡poco dura la felicidad en casa del esclavo liberado! En Francia un tal general Bonaparte da un golpe de estado reaccionario y se dedica a reestablecer el Antiguo Régimen, al menos en lo que a la esclavitud se refiere. Louverture intenta resistir, pero Napoleón sí que controla toda Francia y una expedición militar enviada por él acabará apresándole y conduciéndole a la metrópoli, donde morirá.

Sin embargo, la restauración napoleónica durará menos en Haití todavía que en Europa. El 28 de septiembre de 1803 otro rebelde, Dessalines, proclamará la definitiva independencia de Haití. En 1805 Francia perderá en Trafalgar toda posible capacidad de respuesta marítima y , sin barcos, no podrá recuperar el control de Haití.

Después de derrotar a una potencia colonial, Francia, en 1822, los haitianos repiten la hazaña invadiendo Santo Domingo y liberándo la otra mitad de su isla de la esclavitud y del dominio español. Mientras tanto, el ejemplo de Haití sorprendía y esperanzaba a millones de personas oprimidas en toda América… mientras que alarmaba a miles de opresores.

Los ingleses, ante los amagos insurreccionales en Jamaica y Barbados, deciden adelantarse a los acontecimientos aboliendo la esclavitud. El ejemplo es seguido poco después en Guayana, en Surinam y en las colonias españolas y portuguesas.

Por el lado negativo, algunos negros triunfantes, decididos a vengarse de siglos de humillación, protagonizan algunas matanzas. Estas matanzas serán multiplicadas y exajeradas por los medios colonialistas (el número de personas blancas supuestamente asesinado en Haití es más del triple de la población original de la isla). Durante las décadas siguientes, el «terror» haitiano servirá para hablar sobre el supuesto salvajismo irracional de las razas africanas. Y el pánico a una revuelta «a la haitíana» será una de las principales bazas de los españoles y los portugueses en las guerras que lucharán por impedir las independencias latinoamericanas poco después.


Así se forjó la anterior República

24 septiembre 08

Este año me encargaré de las riendas del Estado, acto de gran trascendencia tal y como están las cosas; porque de mí depende si ha de quedar en España la monarquía borbónica o la república. […] Pero también puedo ser el rey que no gobierne, que sea gobernado por sus ministros y, finalmente, llevado a la frontera […]
Diario personal de Alfonso XIII (1902)

Como un viejo árbol podrido, la monarquía de 1930 sufrá serios problemas para sostener su propio peso. El peso de su pasado.

Ya en 1923: ante un régimen que había empujado a medio país al hambre buscando el enriquecimiento rápido; Los movimientos obreros amenazaba con la Revolución inmediata. Mientras, intelectuales de peso como Nin hablaban de organizar un partido bolchevique para asaltar el poder; Por si fuera poco, España sufre en Annual la mayor derrota de su historia militar en África, y parece clara responsabilidad directa del Rey.

El Rey Alfonso XIII, entre la espada y la pared, reacciona a la desesperada y organiza (o, como mínimo, incita) el golpe de estado del general Primo de Rivera. La enérgica mano del dictador mantendrá la monarquía una década más… a rebufo de la buena coyuntura económica internacional. Pero con el crack de Nueva York y la crisis que le sucederá, los grandes defectos del régimen quedarán claramente expuestos (particularmente su enorme ineficiencia y su omnipresente corrupción)

En enero de 1930, manoteando por no hundirse con él, el Rey decide deshacerse del general que le salvó siete años antes. Se trata de un desesperado intento por impedir que su caída le arrastre. Tras Primo de Rivera, y durante quince meses, probará con un nuevo general y con varios gobiernos de concentración que, en realidad no tendrán ninguna oportunidad.

Y es que la dictadura no sirvió para consolidar la monarquía como pretendía Alfonso XIII. Al contrario. La acción de Primo de Rivera destruyó gran parte del poder de los caciques que sostenían la «Democracia Parlamentaria» anterior, al quitarles su acceso al reparto de puestos. Y su brutal persecución del anarquismo permitió al socialismo hacerse con la mayoría del movimiento obrero. Gracias a ello, las fuerzas republicanas burguesas se organizaron y forjaron sólidas alianzas con los movimientos obreros. Ambos grupos se odiaban entre sí, pero odiaban más la dictadura y, por extensión, a la monarquía que la había amparado.

En agosto de 1930 se firmará el Pacto de San Sebastián, en el que las distintas fuerzas republicanas, las fuerzas nacionalistas catalanas y vascas, un socialista y varios ex-monárquicos decepcionados por la dictadura nombrarán todo un gobierno en la sombra.

La alianza entre las fuerzas republicanas y obreras sería demasiado poderosa como para ignorarla, especialmente desde que los principales intelectuales del país participan cada vez más activamente en la causa republicana (Unamuno, Machado, Ramón y Cajal, Ortega y Gasset y otros).

En un primer momento, los monárquicos intentarán negociar con ellos para convocar unas elecciones generales que elijan un nuevo parlamento monárquico. Pero unas elecciones al estilo de la monarquía no podían satisfacer a la oposición. Durante todo el largo periodo conocido como la Restauración las elecciones se habían «cocinado» por el Ministro de Gobernación que, diputado arriba, diputado abajo era el que decidía quien iba a gobernar la próxima legislatura. El caciquismo y el pucherazo eran norma habitual en un país en el que muchas circunscripciones ni si quiera llegaban a votar.

Al contar con la oposición de una masa ten importante (y tan ruidosa) de la población, tuvieron que anularse unas elecciones que no iban a servir para legitimar nada. Así que el gobierno de la monarquía se decidió intentarlo con algo más modesto, unas elecciones municipales para el día 12 de abril. La oposición de pronto decidió cambiar de táctica y aceptó participar si se garantizaba la libertad de prensa durante las elecciones. El gobierno se vio obligado a aceptar estas condiciones y la oposición, a la práctica, transformó las elecciones municipales en una especie de referendum sobre monarquía o república.

Los partidos monárquicos, gracias a sus prácticas habituales de manejo de votos, consiguieron la mayoría. Pero en las ciudades, allí donde los sindicatos impidieron eficazmente las manipulaciones, la victoria fue aplastante para los republicanos.

Cuando se empezaron a conocer los resultados, Alfonso XIII se encontró con que dos de sus mejores amigos, el Conde  de Romanones y el médico Gregorio Marañón, le insistían en la necesidad de abandonar el país. El Rey realizó algunos contactos telefónicos con distintos representantes del ejército. Pero estos no le perdonaban la traición a Primo de Rivera, cuando no eran activamente republicanos. El general Mola, luego implicado en el golpe de estado que inicio la Guera Civil, le insistió en que debía dejar el país.

Mientras tanto, a sus espaldas, Romanones y Marañón estaban negociando el traspaso de poderes a Niceto Alcalá-Zamora, el que había sido designado como presidente de la República por el pacto de San Sebastián. El día 14 de abril, los miembros del gobierno clandestino que estaban en la carcel, salieron de ella sin orden oficial y los que estaban en el exilio regresaban. Los acontecimientos se precipitaban.

En las calles las gentes repetían y vitoreaban los nombres del gobierno del Pacto de San Sebastían, como si fueran nuevos dioses que fueran a salvarles de su miseria. La Marsellesa, y el Himno de Riego sonaban por todas partes (incluyendo los cuarteles militares). En Madrid, una multitud derribo la estatua de Isabel II y la arrastró hasta el convento de las Arrepentidas.

Mientras tanto, una multitud amenazadora se arremolinó frente al Palacio de Oriente, donde vivía la familia real. Docenas de miembros de las Juventudes Socialistas formarán un cordón humano para impedir a la gente entrar en el palacio. Esa misma noche del día 14 de abril, Alcalá-Zamora le indicará al Rey que debe abandonar el país porque el nuevo gobierno no podrá garantizar su seguridad.

Alfonso XIII decidido a impedir una guerra civil (que sin duda habría perdido), decide irse esa misma noche. No abdicó, nunca llegaría a hacerlo. Daba igual. La hora de la República había llegado.

El día 15, el Rey desde el extranjero rogó a sus seguidores que acataran la República y reconoció que esta había llegado por la voluntad popular. La iglesia pidió respeto a las nuevas autoridades. Los nacionalistas de Macià (que en un primer momento habían proclamado la República Catalana y habían invitado a la creación de otras repúblicas que se unieran en una Federación de Repúblicas Ibéricas) aceptaron echarse atrás y esperar a la redacción de la nueva constitución y los anarquistas declararon que la República burguesa no iba con ellos, pero que tampoco la atacarían. La victoria era absoluta.

Para grandes masas de españoles, la República fue recibida como el paraiso. Simbolizaba el final de todos los problemas y el inicio de un mundo perfecto. La decepción, lógicamente, resultaría amarga.

Poco después se realizaron las primeras elecciones auténticamente democráticas de la historia de España. En ellas, los partidos monárquicos que tradicionalmente acaparaban la inmensa mayoría de los escaños se vieron reducidos a una representación meramente testimonial. Ya no habría marcha atrás. Sería necesario el shock de una larga guerra civil, abundante material extranjero y una horrible campaña de terror para forzar al pueblo español a aceptar la muerte su República.


Pues claro que fue genocidio!

7 septiembre 08

Hoy voy a contar una historia que sucedió en un país lejano hace unos años, y sin ninguna relación con esta España nuestra, paradigma de la Democracia, la Convivencia y el Buen Rollito Esencial.

El país del que estoy hablando se llama Argentina y volvió a la Democracia tras siete años de cruel dictadura (nada que ver con España, que tuvo que aguantar 30 años). La dictadura se produjo contra un gobierno democrático que cayó tras un golpe de estado militar apoyado por un país democrático como EEUU (al contrario que España, en la que el golpe fracasó y la población en armas resistió durante tres años contra el potencial de países como la Alemania Nazi o la Italia Fascista).

Tras la caída de la dictadura, un gobierno democrático argentino apoyó la «Ley de Punto de Final» que impedía la investigación de los crímenes cometidos por los dictadores y su aparato de represión (en España, sin embargo, los miembros del gobierno dictatorial se aprobaron una «Ley de Amnistía» antes de las primeras elecciones). Gracias a ello, los antiguos jefes de policia y los principales oficiales implicados en el golpe, mantuvieron sus puestos (pero, al contrario que en España, ningún antiguo ministro se convirtió en líder de ningún partido político de importancia ni los hijos de los ministros de la dictadura llegaron nunca a ser ministros de la democracia).

26 años de democracia tuvieron que esperar los argentinos antes de ver a los primeros criminales de la dictadura sentados en el banquillo (algunos países llevan esperando ya más de 30 años). Miguel Osvaldo Etchecolatz, que había sido comisario de policia de la provincia de Buenos Aires, fue condenado en un juicio que como mínimo podríamos calificar de «raro», incluyendo la desaparición de Jorge Julio López, un testigo clave que sufre el terrible record de ser la única persona argentina desaparecida dos veces (todavía no se sabe nada sobre él).

En el juicio «sólo» se pudo demostrar que Etchecolatz había cometido u ordenado seis homicidios, seis encarcelamientos ilegales y siete procesos de tortura de nada. Afortunadamente, esta mínima parte de sus crímenes fue suficiente para condenarle a cadena perpetua.

Naturalmente, el proceso no estuvo exento de polémica. Por si fuera poco con el secuestro de un testigo clave, se inició una poderosa campaña mediática por parte de la derecha que, básicamente, se basaba en afirmar que este juicio sólo serviría para «abrir viejas heridas» y para «desviar la atención de problemas más acuciantes»

Nada que ver con otros países como el nuestro, como podéis ver.

Por si fuera poco, el juez del caso, Carlos Rozanski, dijo que la condena no estaba a la altura del crimen cometido ya que, en interés de la «construcción de la memoria colectiva» habría que añadir que estos crímenes fueron cometidos «contra la Humanidad, en el contexto del genocidio que tuvo lugar en la República de Argentina entre 1976 y 1983».

Para Rozanski, el genocidio se define por el intento de asesinar a un colectivo, y no a una serie de personas individuales. Y para ello, aunque reconoció que la Convención de Naciones Unidas sobre el Genocidio lo define como un «intento de destruir, en todo o en parte, un grupo nacional, étnico, religioso o racial» también señaló que en su primer borrador se incluía también a los grupos «políticos» pero que estos fueron eliminados por la presión de la URSS ya que, entonces, las purgas estalinistas también deberían ser consideradas «delitos contra la humanidad» (tal y como, efectivamente, debieran ser consideradas).

También citó Rozanski una sentencia de un tribunal español contra un torturador argentino y es que, en España (y a diferencia de Argentina), el código civil considera delito contra la humanidad la persecución de personas «por razón de la pertenencia de la víctima a un grupo colectivo perseguido por MOTIVOS POLÍTICOS, raciales, nacionales, étnicos, culturales, religiosos o de género[…]»

En estas circunstancias, y teniendo en cuenta que la cifra de desaparecidos, torturados y asesinados en España debió ser muy superior a la argentina. Y que la gran mayoría de estos crímenes se cometieron por motivos políticos (rojos, nacionalistas), religiosos (ateos) o de identidad sexual (homosexuales, lesbianas). No me queda más que preguntarme, dadas las grandes diferencias entre España y Argentina… ¿Cómo puede hacer uno para nacionalizarse argentino?