La otra cara de Wiston Churchill

5 enero 07

El 24 de enero de 1965 fallecía Wiston Churchill, el político fetiche de la derecha que dirigió el Imperio Británico durante los decisivos momentos de la Segunda Guerra Mundial. En la Wikipedia podéis encontrar una biografía bastante completa sobre él.

Churchill fue uno de los grandes estadistas del sXX. Es muy posible que sin su cabezonería, su carisma y sus hábiles discursos los británicos se hubieran rendido ante la Alemania Nazi. Resulta dificil imaginarse a ningún otro político británico de la época intentando conseguir lo mismo. No es mi intención negar lo evidente ni reducirle el gran mérito que, sin duda, tiene.

Lo que yo pongo en duda no es su valía, sino sus intenciones. Durante las últimas décadas hemos asistido a la progresiva elevación de la figura de Wiston Churchill, hasta el punto de que prácticamente se nos muesta como un héroe de la democracia. Y sin embargo, yo creo que no fue tanto.

Hasta la Primera Guerra Mundial, el gobierno británico estaba regido por una poderosa oligarquía liberal, una especie de transición entre el gobierno aristocrático y la verdadera democracia. Todos los políticos eran de familias poderosas, y la mayoría de ellos, nobles. Wiston Churchill, probablemente, fuera el último de estos políticos. Hijo de un noble y una millonaria, fue educado desde niño para ser un hombre de estado, y no cabe duda de que su gran cultura geográfica y diplomática fue una fuerte ventaja para los aliados cuando se vieron envueltos en un conflicto de alcance mundial.

Las circunstancias en las que se vivió le forzaron a convertirse en una especie de paladín de la democracia. O, al menos, a proyectar esa imagen de sí mismo. Esta es la visión de él que trasmiten sus memorias, libros de caracter enciclopédico que con gran habilidad muestran únicamente su mejor cara disimulando sus lados más oscuros. No es nada que deba sorprendernos, estamos hablando de libros escritos por un político sobre su propia gestión ¿qué podría esperarse? Sin embargo, tampoco debemos leerlo de una forma acrítica ni creernos lo que nos cuenta, algo que, desgraciadamente, se está volviendo demasiado habitual.

A Churchill no le importaban los desmanes ni las brutalidades nazis, únicamente buscaba el interés del Imperio Británico o, para ser más exactos, el de su propia clase adinerada. Disfrazándolos de lucha por la democracia, Churchill llevó a cabo siempre una política destinada a destruir a aquellos que amenazaban tales intereses, disfrazándolo primero de lucha contra el comunismo, luego contra los nazis, y luego otra vez contra el comunismo. Algunos ejemplos que, creo, lo demuestran:

  • Ya antes de la Primera Guerra Mundial encontramos a un joven Churchill que, como ministro de Asuntos Internos, impidió a los bomberos apagar un edificio incendiado en el que se habían refugiado un grupo de anarquistas porque no estaba dispuesto a permitir que buenos ciudadanos británicos arriesgaran su vida por salvarles.
  • Después de la Primera Guerra Mundial, Churchill fue uno de los mayores sostenedores de la guerra civil rusa, prestando un considerable apoyo a la causa de los rusos blancos que se enfrentaban a los bolcheviques. No se trataba de una lucha por la democracia. Los democratas rusos no recibieron ninguna ayuda, los que lo recibieron fueron los rusos blancos, zaristas, que estaban ejerciendo una salvaje y sanguinaria represión contra grandes masas de campesinos desarmados mientras que los bolcheviques (todavía) no habían dado muestras de autoritarismo.
  • Durante la Huelga General de 1924, parece ser que Churchill quiso utilizar ametralladoras contra los mineros, si bien, afortunadamente, su propuesta fue desatendida.
  • Wiston Churchill declaró siempre en público su admiración hacia el régimen fascista de Mussolini, del que llegó a elogiar la forma como luchaba contra las organizaciones obreras. Su enemistad con él vino únicamente de la alianza entre Italia y Alemania.
  • Pasaré por alto sobre sus decisiones durante ambas guerras mundiales, apesar de que muchos son muy criticables (su participación en la destrucción del Lusitania, con miles de civiles abordo incluyendo ciudadanos británicos; el bombardeo de Dresde; la colaboración con la bomba atómica; la propuesta de invadir Noruega y Suecia, países no beligerantes…) Porque, la verdad, las circunstancias eran las que eran. Entiendo que una guerra tan dura como la que estaban viviendo dificultaba mucho mantener la cabeza fría.
  • Fue uno de los ideólogos de las grandes deportaciones de población que se produjeron tras la Segunda Guerra Mundial y que provocaron miles de muertes (y millones de personas desarraigadas)
  • Manifestó toda su vida un profundo elitismo y despreció cualquier tipo de reforma que implicara una mejora en campos como la educación o la seguridad social.
  • Acabada ya la guerra, Churchill provocó un golpe de estado en Irán e introdujo al Imperio Británico en inútiles guerras coloniales que únicamente sirvieron para producir miles de muertos

Todos estos gestos a mi me parece que demuestran que la fachada democrática de Churchill no era nada más que una maniobra política, una imagen que necesitaba para conseguir el apoyo de su propia población y de los Estados Unidos.

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